domingo, 29 de agosto de 2010

Clarks

Un cambio esta sucediendose en la escena. Ya no solo es buscar el modelo original de zapatillas deportivas en internet o buscar los modelos de serie limitada que salen al mercado. La elegancia (uno de los pilares del casualismo) esta pisando (nunca mejor dicho) con fuerza. Hay una tendencia, no se sabe si muy fuerte o no, pero ahí esta, de cambio entre solo llevar zapatillas deportivas y combinarlas con zapatos o botas. En este sentido Clarks es una marca con mucha historia a sus espaldas y una de las marcas por las que se decanta la gente a la hora de elegir esa alternativa al trainer. Personalmente es una opción que me parece bien, siempre y cuando no acabe en una corriente seguida por todo el mundo. A continuación un poco de la historia de la marca.
Todo empezó en 1825 en el pequeño pueblo de Street en el condado de Somerset, cuando Cyrus Clark empezó a curtir mantas de piel de carnero. Su hermano James se unió a el en 1830, introduciendo zapatillas de andar por casa de piel de carnero.

La fabricación floreció poco después, impulsada por la compra en 1856 de las máquinas de coser inventadas recientemente por Singer. Uno de los primeros éxitos de comercialización fue la introducción de la línea higiénica que realizó William Clark, una colección que seguía la forma natural y la línea del pie y que consolidó la reputación de Clarks en la fabricación de calzado apropiado para el pie.

A principios del siglo XX, Clarks se expandió rápidamente bajo el liderato de John, Roger y Alice Clark. Introdujeron nuevas tecnologías y materiales, aprovecharon al máximo las economías de producción masiva y reaccionaron ante la moda variable y la aparición del tobillo de la mujer poniendo más énfasis en el desarrollo del calzado de señora.


Al final de la segunda guerra mundial hubo una espectacular expansión para Clarks cuando se introdujo en los mercados internacionales.

A principios de la década de los años 50, Nathan Clarks introdujo el modelo Desert Boot. Basado en las botas cómodas y sencillas que sus amigos oficiales de la armada encontraron en los bazares de el Cairo, la bota tenía personalidad y rápidamente se ganó su popularidad a nivel mundial. En la década de los años 60 le siguió el modelo Wallabee de Lance Clark - un mocasín que estaba destinado a convertirse en otro clásico de Clarks.

En la década de los años 60, hubo otro éxito espectacular para el calzado de niño de Clarks, ya que sus características únicas de ajuste establecieron la norma general para la comodidad y el calce.

Durante la década de los años 70 la inversión de Clarks en la investigación tecnológica dio sus frutos con la introducción del poliuretano como material de suela, lo cual aportó increíbles ventajas para el confort de los usuarios de Clarks. La tecnología del poliuretano, sumamente ligero y aún así virtualmente indestructible, estableció la base de muchas líneas de producto con éxito, desde los polyveldts en la década de los años 70 hasta los últimos productos de las líneas de Active Air y Springers, que incorporan el almohadillado de aire dentro de las suelas de poliuretano.

Clarks experimentó un notable crecimiento en el Reino Unido en el transcurso de este periodo con el establecimiento de la principal cadena de tiendas al por menor y una expansión mundial también acelerada, especialmente en EEUU. En la actualidad, 179 años después de que todo empezara, Clarks ¡es hoy en día la marca número 1 de calzado a nivel mundial!

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